Sin agua y sin electricidad. La nueva estrategia del Kremlin de bombardeos masivos contra las infraestructuras energéticas, ha sumido más en la miseria a buena parte del pueblo ucraniano.
Los más afectados son los que viven en zonas devastadas, pero el invierno acecha a todos por igual.
Por primera vez en varias semanas, Rusia afirma haber logrado avances en la región de Járkov, donde sus fuerzas habrían recuperado el control de una localidad que abandonaron a principios de septiembre. La nueva oleada de ataques rusos ha destruido en ocho días el 30% de las centrales eléctricas de Ucrania y creado una situación crítica en el país, en lo que se considera una brutal estrategia del Kremlin para “congelar” a los ucranianos de cara al invierno.